La pérdida de audición inducida por ruido es el único tipo de pérdida de audición que tenemos el poder de prevenir. Descubra por qué sucede y cómo evitarlo.
La exposición repetida a sonidos fuertes puede dañar seriamente la audición. Cuando el ruido excede un cierto nivel, comienza a destruir las terminaciones nerviosas en el oído interno. Si esto ocurre repetidamente, las terminaciones nerviosas se dañarán irreparablemente, privando a su audición para siempre.
¿Cuándo el ruido se vuelve peligroso?
Lo que daña la audición es la intensidad y la duración del sonido. El sonido se mide en decibeles (dB), donde 0 es el sonido más débil y el cohete llegaría a los lanzamientos al espacio. En nuestra vida diaria, la conversación normal sería de 60dB, una cortadora de césped sería de 90dB, una sierra de cadena a 100dB, un concierto de rock ruidoso sería de 115dB y un motor a reacción sería de 140dB. Muchos expertos creen que 85 decibeles es un problema. La forma en que está expuesto a ruidos fuertes y el riesgo de daños.
Para proteger tu audición, te recomendamos:
- Usar tapones para los oídos y recordar que solo funcionan si están correctamente ajustados en el canal auditivo.
- Poner el volumen en moderado al mirar la televisión o la radio.
- Usar protectores auditivos para niñxs.
- Mantener una distancia a los altavoces grandes.
- Usar una aplicación para medir el nivel de sonido.
Si tenés alguna duda o consulta, escribimos, estamos para asesorarte.