El impedimento auditivo es la cantidad de pérdida auditiva relativa a la audición normal para la edad y el género de una persona. Se mide por fonoaudiólogos y fonoaudiólogas que ponen a prueba el nivel de audición (HL) de cada oído utilizando diferentes frecuencias. La pérdida auditiva puede ser parcial o total y puede ser causada por diferentes factores.
Durante la prueba, fonoaudiólogos y fonoaudiólogas tocan tonos de diferentes frecuencias. La intensidad de cada tono se cambia para encontrar el nivel más bajo que la persona puede oír.
Basado en esta prueba, la pérdida auditiva se puede clasificar como:
Pérdida leve de la audición
De 20 a 40 dB HL. Se puede percibir el habla normal, pero las personas que hablan en voz baja o tranquila será difícil de escuchar. No se oyen sonidos suaves. La comprensión del habla en entornos ruidosos comienza a ser un problema. Sin embargo, la mayoría de los sonidos familiares todavía se perciben.
Pérdida auditiva moderada
De 40 a 70 dB HL. Los sonidos moderados no pueden ser escuchados. El habla se percibe si el hablante levanta su voz. La audición se hace más fácil si la persona puede ver al orador. Todavía se perciben algunos sonidos familiares.
Pérdida severa de la audición
De 70 a 90 dB HL. El habla se percibe cuando el hablante habla en voz alta y está cerca del oído. Sólo se perciben sonidos fuertes. Después de una conversación en grupo es difícil.
Pérdida auditiva profunda
De 90 a 120 dB HL. No es posible escuchar ningún tipo de lenguaje y la comunicación es imposible. Sólo se perciben sonidos muy fuertes.
Sordera total
Por encima de 120 dB HL no se percibe nada.